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La capacidad de las personas para ir y venir desde sus casas hacia los lugares de trabajo, las tiendas, escuelas y centros de salud es esencial para el buen funcionamiento de una ciudad. La accesibilidad (la facilidad de llegar a estos lugares) puede afectar los ingresos del hogar y la calidad de vida de las personas.
Del libro Planeamiento Urbano para Autoridades Locales
6 octubre 2017
La mejora de la accesibilidad empieza por reconocer que el objetivo es facilitar la circulación de las personas, no la de los automóviles. Mediante la combinación de políticas de planificación urbana y de transporte adecuadas, es posible reducir la necesidad de las personas de desplazarse, mejorar las condiciones de viaje con opciones de transporte público asequibles y eficientes, y administrar la oferta y demanda del tráfico para reducir la congestión, una barrera importante para la productividad y un dolor de cabeza para los residentes.
Reducir la necesidad de viajar a través de la proximidad
La planificación del espacio y el transporte están estrechamente vinculados. El modelo espacial de una ciudad es facilitado por el transporte, y es el desarrollo de las redes de transporte lo que moldea las ciudades a largo plazo. La inversión en transporte tendrá un mayor impacto si se vincula desde un principio a la ordenación del territorio. Por ejemplo, una estación de transporte público intermodal en la cual confluyen distintos medios de transporte, impulsan la actividad económica, aumentan la demanda de transporte público, reducen el consumo de uso de suelo y proveen condiciones de mayor seguridad y accesibilidad para todas las personas.
El seguimiento video muestra una aplicación exitosa de planificación del espacio y transporte:
Los patrones espaciales influyen en la demanda de viaje.
Por ejemplo, en China, la alta densidad en el centro de Hong Kong propicia que el 85 por ciento de todos los viajes sean realizados en transporte público, pero en zonas con densidad inferior a 35 p/ha, los viajes en transporte público son sólo el 10 por ciento del total.
Las diferentes densidades soportan diferentes niveles de servicio de transporte público: un servicio básico de autobús necesita una densidad de alrededor de 35- 40 p/ha; un servicio de autobús intermedio es viable con una densidad de 50 p/ha; el metro ligero sería viable en zonas con una densidad de 90 -120 p/ha.
La distancia desde el origen es un factor determinante de la demanda de viaje según un estudio realizado en el Reino Unido, que estima que con una densidad de 150 personas por hectárea, más del 80 por ciento de las personas podría ir caminando o en bicicleta a sus destinos.
El numeral No. 114 de la Nueva Agenda Urbana señala:
114. Promoveremos el acceso a sistemas de transporte terrestre y marítimo y de movilidad urbana que sean seguros, asequibles, accesibles y sostenibles y tengan en cuenta las cuestiones de edad y género, que hagan posible una participación significativa en las actividades sociales y económicas en las ciudades y los asentamientos humanos, mediante la integración de los planes de transporte y movilidad en las planificaciones urbanas y territoriales y la promoción de una amplia gama de opciones de transporte y movilidad.