Especialistas de ONU-Habitat presentaron los avances del Q500 destacando las fortalezas y áreas de oportunidad que tiene Querétaro para convertirse en una ciudad más compacta, conectada, integrada e incluyente, en una ciudad próspera.

Santiago de Querétaro, 24 de mayo 2017 - Durante la presentación de avances del Q500, el pasado jueves 18 de mayo, en el IMPLAN, (Instituto Municipal de Planeación), los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano los avances de la estrategia de territorialización del Índice de la Prosperidad Urbana en Querétaro, que aplica el análisis de la Iniciativa de Ciudades Prósperas (CPI), de ONU-Habitat, en la ciudad.

El Q500 surge de un acuerdo de contribución de corresponsabilidad y co-creación de una estrategia territorial entre ONU-Habitat y el gobierno municipal de Querétaro, a través del IMPLAN de Querétaro. La estrategia aplicará los principios de la Nueva Agenda Urbana en Querétaro a través de la metodología del CPI, con miras al quinto centenario de la fundación de la ciudad, y con base en los principios de inclusión, innovación e integración.

La estrategia del Q500 cuenta con cuatro componentes que se desarrollan de manera conjunta para comprender la dinámica urbana del municipio y cambiar e influir en la forma en que se desarrolla la prosperidad urbana de la ciudad:

  1. Diagnosticar el estado actual de la ciudad con base en el CPI
  2. Identificar opciones de intervención acompañadas de métodos participativos
  3. Determinar zonas de intervención prioritarias
  4. Definir proyectos estratégicos para mejorar la calidad de vida y la prosperidad urbana de la ciudad.

A partir de la reflexión y el análisis de las seis dimensiones del CPI y desde el punto de vista territorial a escala metropolitana y regional, se ha hecho un diagnóstico preliminar del estado actual de la ciudad. Se han detectado las 4 principales áreas de oportunidad que tiene el municipio para convertirse en una ciudad próspera:

1. Actualmente la forma urbana de Querétaro es dispersa, excluyente y desconectada.

Entre 1970 y 2017 la ciudad ha crecido un 1762%, más del doble de la población que ha crecido un 443%. Esto se traduce en una baja densidad que genera problemas de infraestructura, movilidad y calidad de vida. Un ejemplo de crecimiento expansivo es dejar de lado temas como los espacios públicos. En el caso de Querétaro un 79% de la superficie urbanizada carece de acceso a los mismos. Además las escuelas de primaria y secundaria se concentran mayoritariamente en el centro histórico, por lo que la población que vive en asentamientos de nivel bajo, alejados del centro, tiene dificultades de acceso por las posibilidades actuales que ofrece el transporte público, entre otras causas.

2. El crecimiento se empieza a generar al margen de la reserva urbana que se necesita y no coincide con los planes urbanos que actualmente se están trabajando.

Por ello es importante fortalecer las funciones de orden institucional y administrativo para lograr que la transparencia y los mecanismos de rendición de cuentas y de acceso a la información permitan construir mejores soluciones y toma de decisiones compartidas, en beneficio de un desarrollo urbano próspero del municipio.

3. La construcción de vivienda está avanzando más rápidamente que la capacidad que se tiene para dotarla de servicios.

Esto genera una distribución inequitativa de infraestructura para la vivienda y los servicios básicos. La tendencia de construcción actual en forma de fraccionamientos cerrados está aumentando el contraste entre unas zonas y otras de la ciudad. Esta representa el 14.99% del área total urbanizada, mientras se mantienen zonas de asentamientos irregulares y puntos de marginación en el 10.3% del área total urbanizada.

4. Las áreas naturales protegidas alrededor de la ciudad son un mecanismo necesario para reducir el riesgo de inundación y frenar la pérdida de capacidad de los acuíferos a largo plazo.

Por ello es importante recuperar y conservar los ecosistemas que ayudan a mejorar la sostenibilidad ambiental del municipio y delimitar así los cambios de usos de suelo en una ciudad que aún tiene mucha capacidad de densificarse y fortalecerse dentro de la actual reserva urbana.

El Q500 busca que Querétaro cuente con una estrategia de desarrollo territorial sustentable, con perspectiva metropolitana y de largo plazo, construida en un marco de gobernanza mediante una participación informada e incluyente que, a través de un marco normativo claro y efectivo, fomente la actividad de los capitales locales y foráneos con los objetivos públicos en lo social, ambiental y ecológico. Es decir, hacer de Querétaro una ciudad líder en la implementación de la Nueva Agenda Urbana e incremento de su prosperidad.