Quito, Habitat 3. Los efectos de una urbanización acelerada y el cambio climático están convergiendo de manera peligrosa. Las ciudades son las principales contribuyentes al calentamiento global, aunque representan menos del 2% de la superficie de la Tierra, según las Naciones Unidas. Consumen el 78% de la energía mundial, emiten más del 70% del total de los gases de efecto invernadero y producen el 70% de los residuos del planeta.

Paradójicamente, cientos de millones de personas en el mundo que viven en zonas urbanas se ven afectadas por el aumento del nivel del mar, fuertes precipitaciones, inundaciones, sequías, deslaves, ciclones y tormentas más fuertes y frecuentes, producto del cambio climático.

Un estudio de la organización Christian Aid reveló, este año, que para el 2060 más de 1 000 millones de personas en el mundo vivirán en ciudades con riesgo a sufrir inundaciones catastróficas.
En un informe, el Banco de Desarrollo de América Latina dice que las ciudades en zonas montañosas corren el riesgo de sequías prolongadas, aparición de nuevas enfermedades, afectaciones a la disponibilidad de agua potable, heladas, inundaciones, deslaves, granizadas y derretimiento de los glaciares.
En Ecuador, según un estudio de Bolívar Cáceres, glaciólogo ecuatoriano, el Chimborazo ha perdido el 69% de su glaciar desde 1962.

Artículo completo en Elcomercio.com