ONU-Habitat tuvo una destacada participación en el marco de SmartCity Expo Latam Congress en Puebla, con la sesión plenaria “Haciendo realidad los retos de la Nueva Agenda Urbana” en donde se plantearon casos que sin duda son inspiradores para el desarrollo urbano de México y Latinoamérica.

Con información de
ONU-Habitat

5 julio 2017


El evento estuvo moderado por Pablo Vaggione, Coordinador de ONU-Habitat México quien presentó a un panel integrado por Elkin Velasquez, Director de la Oficina Regional para el Caribe y América Latina de ONU-Hábitat (ROLAC), Emilia Saenz, Secretaria de United Cities and Local Governments, Mauricio Vila Dosal, actual alcalde de la ciudad de Mérida, Yucatán y Cecilia Olivia Olague Caballero, Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología del estado de Chihuahua.

Para iniciar el panel, Elkin Velasquez, señaló que la Nueva Agenda Urbana (NAU) es un cambio de paradigma y un elemento transformador que puede generar crecimiento económico y contribuir a la equidad urbana, siempre y cuando "sea posible pasar de las declaraciones de los principios del marco de acción que plantea Naciones Unidas hacia la traducción de marcos y planteamientos de proyectos concretos, con evidencia especifica a nivel local, con un esquema de cooperación bien desarrollado". Para ello, se tiene con una propuesta de implementación integrada por cinco puntos principales:

  1. Generación de políticas urbanas nacionales las cuales ayudarán no solamente a coordinar los diferentes sectores nacionales que tienen que ver con temas de transporte, productividad y vivienda, sino que también servirán como marco nacional para una mejor coordinación entre el gobierno nacional, las provincias y los gobiernos locales.
  2. Revisión de la normatividad urbana la cual habilita, facilita y orienta acciones específicas aptas para su implementación a nivel local.
  3. Diseño y planificación urbana, del cual depende la productividad económica y las posibilidades de enfrentar y adaptarse al cambio climático.
  4. Financiamiento del desarrollo urbano para diseñar proyectos que generen plusvalías y nuevos recursos.
  5. Implementación local, es decir todos los marcos y planteamientos traducidos en proyectos concretos de operaciones urbanas integradas.

Elkin Velásquez mencionó el trabajo que actualmente hace ONU-Habitat con Argentina para sacar adelante una nueva política nacional urbana que ayudará a coordinar los diferentes sectores nacionales. Igualmente señaló como en Ecuador, país sede de Habitat III, se desarrolló recientemente con apoyo de Naciones Unidas, una nueva ley de gestión de suelo y ordenamiento territorial que adaptará orientaciones nacionales para ponerlas a tono para su implementación a nivel local.

Ejemplo Mérida

Por su parte, Mauricio Vila Dosal, alcalde de Mérida, explicó como su administración ha decidido basar el desarrollo urbano de la ciudad en un método científico de largo plazo, por lo que destacó la importancia de la firma de un convenio de colaboración con ONU-Habitat para implementar el Índice de las Ciudades Prosperas Extendido, lo que permitirá identificar claramente cuales son las fortalezas de la ciudad de Mérida, sus debilidades y sus oportunidades.

Lo más importante es que estos proyectos estratégicos que pueden incidir en la calidad de vida de los habitantes, sean proyectos que no sean suposiciones o creencias de la autoridad, sino que estén basados en evidencia, en métodos científicos concretos” dijo el alcalde.

Al alcalde subrayó que con el apoyo de ONU-Habitat no solamente están logrando definir proyectos estratégicos sino también involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones. Señaló que hay una “percepción generalizada de que este no es un proyecto de una administración o un alcalde, sino que es un proyecto de ciudad en su conjunto, para la ciudad que queremos heredar a nuestros hijos y a nuestros nietos.

Caso Chihuahua

Durante su participación, Cecilia Olague Caballero, Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología de Chihuahua enfatizó en la importancia de armonizar los proyectos y su localización para incidir en mayores beneficios económicos y sociales para la población. En este sentido, la Secretaría apuntó sobre la importancia de tener una continuidad de política pública que permita implementar en el corto plazo acciones que tengan una visión transformadora en el largo plazo, en este caso refiriéndose a como se decidió analizar y retomar el plan de movilidad sostenible de la administración anterior con el fin de dar continuidad a proyectos de verdadero beneficio social.

Para ello, señaló que “una de las claves en las que estamos trabajando con las ciudades del estado para implementar la Nueva Agenda Urbana es la movilidad sostenible. La movilidad conforma un diferente tipo de ciudad y estar consciente de las problemáticas que enfrentan nuestras ciudades como la segregación social, las inequidades, la falta de equipamiento, la falta de estructura básica para vivir, el no acceso a los servicios de salud y asistencia social, de policía de bomberos puede revertirse si se toman decisiones estratégicamente para tener resultados.

En México, también el estado de Sinaloa recientemente firmó un acuerdo de colaboración con ONU-Habitat con el objetivo de crear las condiciones para el cumplimiento de la Agenda 2030 desde lo local, a partir de la definición de un marco estratégico de política pública urbana. Así mismo la ciudad de Querétaro trabaja en la Estrategia de Territorialización CPI Q500. En América Latina se suman proyectos en Argentina, Colombia, Ecuador, Costa Rica y Brasil.

A la fecha, y en menos de un año de haberse adoptado la Nueva Agenda Urbana por los 193 estados miembros de Naciones Unidas, estos casos son ejemplos inspiradores que pueden guiar y confeccionar su implementación en otros países, en otros estados y en más ciudades, sin embargo no hay que olvidar que aunque la NAU es un cambio de paradigma y un elemento transformador que puede generar crecimiento económico y social, este será posible siempre y cuando se tenga la capacidad de pasar de las declaraciones a los proyectos concretos, con evidencia específica a nivel local y con esquemas de cooperación bien desarrollados.